viernes, 20 de enero de 2012

¡Y qué no pare...! (Café - Bar Restaurante Casapepe)

Por lo acogedora que es su clientela, por el buen trato que siempre nos han ofrecido, por lo riquísimas que están las tapas que hace siempre, con el mayor amor posible, "Paqui" (la mujer de Pepe) y sus ayudantes, por que nos sentimos agusto, por veteranía, experiencia y tradición y por que nos sale de los .... (una de sus famosas tapillas que ponen montadas sobre un trocito de pan y una tira de bacón)











Los viernes y domingos (por su arroz de las 2)
 nos subimos al "Cachas", "Inda" al "Casapepe" o como queráis llamarlo, el caso es que los tapateanderos pegamos por allí.




jueves, 19 de enero de 2012

Con El Palillo En La Boca...





El tercer personaje:

   "Después entra a servir a un hidalgo arruinado cuyo único tesoro son sus recuerdos de hidalguía y de dignidad; Lazarillo simpatiza con él, ya que aunque no tiene nada que darle, por lo menos le trata bien, si bien recurre a esa simpatía que despierta para conseguir que le dé parte de los mendrugos que consigue el muchacho al pedir limosna, ya que él no posee la dignidad de la hidalguía" 
                                      (Lazarillo de Tormes. Fte: wikipedia)










Con la bufanda fina al cuello, y mirando hacía su pareja, el hidalgo se jacta de repetir alguna absurdez que el noble ha dicho..y que él ensalzará como si fuera la cosa más ácida e inteligente que hubiera oído jamás (buscando la aprobaciòn y la sonrisa de compadreo del gobernante de turno). Así, va poco a poco entresacando el tema de "la partida" dando a entender a su pareja que deberían de cenar en casa...y haciendo chistes leves sobre sus comentarios. 


Nota: para ser un buen hidalgo, no basta con "alternar y mercadear" entre los bares y cantinas del reino; una cosa muy importante es que no se note tu presencia.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Atún Casi Encebollado



Antes de empezar con la entrada, lo primero viene a ser el agradecimiento a Alvaro Morales por su receta de la salsa de espárragos blancos con setas. Todo un éxito que se consigue en muy poco tiempo.


Al grano, que es a lo que íbamos. Hoy toca un plato que apetece con el invierno, para el que necesitamos lo siguiente:

  • Atún, es obvio, si no lo podéis conseguir fresco, se puede emplear lomos del que venden congelado en filetes, envasado al vacío. (un par de filetes)
  • Tres cebollas medianas
  • Laurel
  • Vino blanco
  • Pimentón dulce
  • Orégano
  • Vinagre de Jeréz
  • Aceite, sal, pimienta y ajo
Empezamos cortando en tacos el atún, salpimentando al gusto y marcándolo en una sartén, a fuego muy fuerte. Lo retiramos en seguida, pues lo único que pretendemos es que se cierren los poros y así al cocinarlo después no se nos deshaga.

Una vez retirado del fuego, en la misma sartén doramos un par de dientes de ajo, y le incorporamos las cebollas cortadas en juliana, dejándolas hasta que se vengan abajo y estén bien pochadas.

A continuación incorporamos el atún, añadiéndole una hoja de laurel, medio vaso de vino blanco, un vaso de agua, una cuchara de pimentón dulce, orégano y un chorrito (como una cucharada) de vinagre de Jeréz. Dejamos cocer a fuego medio hasta que reduzca y si es necesario corregimos de sal.


Hasta aquí, la receta de siempre del encebollado, sin embargo, a última hora resultó mas gente a comer, por lo que improvisando añadí una lata de champiñón laminado y un poco de salsa de tomate casera, de las que hicimos en el verano al baño María.

En este caso, el resultado es el que os muestro:

Espero que os guste.

@ermaestro

viernes, 25 de noviembre de 2011